Así
tendrás que
ser
tu…
Tus
manos serán tibieza,
tibieza
de tardes quietas.
Tus
brazos serán un nido
para
cobijarlos presta.
Tu
voz voz despertará en arrullos
en
los cuentos que les cuentas.
Tu
magia será asombro
en
el juego que ellos juegan.
Tu
fantasía “Milagro”….
de
pronto duendes y princesas
trasformando
en sonrisa
la
lagrima que ya no rueda.
Tu
alma se sentirá libre
cual
papagayo que vuela,
remontándote
a tu infancia
de
globos y risas sueltas.
Así
tendrás que ser tu,
tierna
y dulce maestra.
Ellos
esperan por ti,
dales
tu amor de Maestra.
Autor: Susana
Sánchez de Bondaza
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